El Día Internacional de la Mujer fue instaurado en el siglo XIX como una forma de reconocer el papel de las mujeres en el momento pleno de la industrialización mundial, caracterizado también por el surgimiento de gran diversidad de ideologías.

Hoy, en una América Latina fortalecida, con el mayor crecimiento de la clase media en su historia, un 50% en la última década, el papel cada vez más relevante que las mujeres juegan en la región es evidente.

En este sentido, considero que vale la pena hacer un reconocimiento a esas mujeres latinas que son pilar de la región, cuyo 70% participa ya del mercado laboral y que cada día ganan más terreno en puestos estratégicos… Pero sobre todo, me gustaría hacer un reconocimiento a la mujer venezolana.

Venezuela fue uno de los primeros países en reconocer el derecho al voto de la mujer, al igual que la educación universal gratuita y obligatoria sin distinción de sexo; las mujeres ocupan actualmente el 48% de las plazas en las Universidades venezolanas y esto le ha valido al país ubicarse entre los primeros del cono sur con mayor promedio de años de estudio entre la mujeres.

Sin embargo, la mujer venezolana -por definición fuerte, decidida y valiente-, enfrenta hoy uno de los mayores retos que ha tenido jamás: continuar siendo pilar dentro y fuera de casa en uno de los momentos más duros que ha vivido mi país… Mujeres que en las últimas semanas han pasado horas de angustia por sus hijos; mujeres que diariamente hacen lo imposible para poder llevar a su familia lo básico; mujeres que desde su sector trabajan incansablemente por la recuperación del país que todos anhelamos.

Son tiempos difíciles para Venezuela y debemos entender que la reconstrucción que requiere nuestro país tampoco será fácil… Sólo por la vía de la unión, el diálogo y la reconciliación será posible adoptar las medidas necesarias para recuperar esa patria: un lugar próspero, un lugar de oportunidades, donde nuestra moneda recupere su valor; un lugar donde sea seguro que nuestros hijos crezcan y no haya que hacer filas para obtener lo básico; un lugar que sea reconocido al exterior por su espíritu y su belleza, y no por su inestabilidad e incertidumbre.

Como venezolana, me entristece ver a mi país dividido y me preocupa sobremanera el futuro de Venezuela…pero confío en que las mujeres de mi país continuarán demostrando esa fortaleza que nos caracteriza y serán punto de unión para la reconciliación que Venezuela necesita.

Mi reconocimiento y admiración para todas las venezolanas en un día tan especial cómo el de hoy.