“Vivir rodeado de buenas pinturas y estudiarlas, ofrece más ventajas, variedad y satisfacción que cualquier otro placer conocido por el hombreâ€. Dr. Albert C. Barnes
En Filadelfia, durante un viaje de trabajo, tuve el gran placer de visitar la Fundación Barnes, la cual volvió a abrir sus puertas recientemente. ¡Qué gusto! Si no ha escuchado sobre la Fundación o todavÃa no la ha visitado, le recomendarÃa ampliamente que lo hiciera. Tiene más historia de
la que podrÃa yo comenzar a escribir, asà que he incluido algunos enlaces a relatos que espero le sean tan interesantes como lo fueron para mÃ. Es en definitiva, ¡tiempo bien aprovechado!
El Dr. Albert Barnes, creador y fundador de la Fundación Barnes, creció en Filadelfia e hizo su fortuna con la invención de Argyrol, un compuesto de plata, antiséptico utilizado para la prevención de la ceguera infantil. Comenzó a adentrarse en el mundo del arte desde muy joven y pasó 30 años (1921-1951) amasando una colección de obras que pasarÃan a ser el comienzo de la Fundación Barnes. La colección consta de 800 obras de Cezanne, Picasso, Renoir y Matisse, sólo por nombrar algunos, y está valuada en $25 billones de dólares.
Pero más allá de los fascinantes y pintorescos detalles de la vida del Dr. Barnes y de su excelente ojo para el arte y el manejo de museos, hay otra historia igualmente interesante e intrigante. Barnes colgó sus obras en su casa en los suburbios de Filadelfia y para el momento en que murió, habÃa dejado todo arreglado para que todo se mantuviera intacto, como una colección de la Fundación Barnes. Estrictos reglamentos garantizaron que por más de cincuenta años la colección se mantuviera intacta y tal como la dejó Barnes el dÃa que falleció. Cincuenta años más tarde, sin fondos y en un edificio en ruinas, la junta directiva hizo lo imposible y luego de un largo juicio, logró mudar la colección a un nuevo edificio diseñado por los Arquitectos Tod Williams y Billie Tsien, ubicado en el corazón de Filadelfia.
Los artÃculos a continuación, relatan los juicios y tribulaciones, y los últimos logros alcanzados por una junta directiva que ha cambiado para siempre, el panorama cultural de la primera capital de América.
The New York Times. A Museum, Reborn, Remains True to Its Old Self, Only Better
Vanity Fair. The New Barnes Foundation Building: Soulful, Self-assured, and Soaked with Light