Para asumir esta posición con responsabilidad, he tenido que detenerme a reflexionar lo que esto implica para mí, para la empresa, nuestros socios, clientes y empleados. Siento que la parte más difícil será hacer crecer la organización a la velocidad con la que mi padre la hizo crecer. Su éxito se debe en parte a su extraordinaria habilidad para predecir el resultado de un negocio, aun en su fase más temprana, y también en parte, a su estrecha relación de 30 años con Steven Bandel, nuestro actual CEO. Por cada gran idea que mi padre tiene, con cada oportunidad de negocio que se le ocurre, y con cada proyecto en el incursiona, Steven ha estado siempre allí, para ayudarlo a calibrar las ideas, a darles forma y hacer de los proyectos realidades.

Steven, Ingeniero de profesión, comenzó a trabajar en el grupo en Venezuela en 1983 como Analista. Rápidamente conquistó posiciones de mayor responsabilidad, a medida que la compañía crecía internacionalmente. Fue vital en la ejecución de proyectos como DirecTV Latin America, Spalding y Evenflo, así como en su posterior venta a KKR (Kohlberg,Kravis &Roberts) con un excelente retorno.

Igualmente fue fundamental en la compra de Galerías Preciados, en lo que fue el primer LBO (Leverage Buy Out) en España; en la venta de las operaciones de Pepsi Venezuela a Coca Cola, una transacción que actualmente es un caso de estudio en HBS. Steven también fue factor determinante en el lanzamiento de Univisión, el primer canal hispano en los Estados Unidos. Quince años después, vendimos Univisión por más de US$ 12 mil millones.

Además de sus responsabilidades de negocio, durante los últimos cinco años, Steven estuvo dedicado a la gestación de un nuevo tipo de proyecto: prepararme para que yo fuera su sucesora. Se dedicó con entusiasmo a esta nueva responsabilidad, a pesar de que ninguno de nosotros estábamos 100% seguros de yo sería finalmente la persona adecuada para la posición. En un principio papá me dijo: “Steven habla bajito, pero es sabio. Asegúrate de escucharlo detenidamente”. Tenía razón. Lo he escuchado con mucho cuidado y Steven me ha enseñado los fundamentos de nuestro éxito como empresa.

De Steven aprendí que la paciencia es una poderosa virtud, que el éxito es una combinación de pasión y disciplina, que nuestra gente es nuestro principal activo en esta empresa que lleva ya 85 años en el mercado. Por encima de todo, me enseñó que nuestra organización se nutre del reto, del desafío constante por ser siempre mejor.

Hoy que me convierto en la nueva CEO de la empresa, confío en que todo lo aprendido de Steven en estos últimos cinco años, y de mi padre, durante todo el tiempo que pasé cerca de él, se haya hecho parte de mí. El momento parece apropiado. Me siento lista, para asumir el liderazgo del grupo. Pero debemos dejar pasar el tiempo para medir mi posible éxito.

Gracias Steven, por los años que pasaste con nosotros. No estaríamos aquí de no ser por ti. Gracias también por quedarte como co-Chairman. Pero sobre todo, gracias por haber sido mi asesor, mi mentor, mi amigo.