El domingo pasado me emocioné mucho al escuchar que Ivián Sarcos “Miss Venezuela 2011” fue coronada como Miss Mundo 2011, un honor para Venezuela y sus hermosas mujeres. Con esta victoria, Venezuela cuenta ahora con seis títulos del certamen de Miss Mundo y Miss Universo; algo de lo que podemos estar muy orgullosos.

Desde que la Organización Cisneros tomó las riendas de Miss Venezuela, en 1981, se buscó el reconocimiento internacional a la belleza de la mujer venezolana y al mismo tiempo que estas mujeres, que representan a Venezuela, se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades, desde su papel como ciudadanas, profesionales y madres de familia.

Una de las razones que, entre otras cosas, contribuyeron al éxito de Ivián en el certamen fue su preparación en estos temas tan relevantes para la sociedad, puesto que este certamen da una gran importancia al concepto “Beauty with a purpose”, comenzado por Julia Morley hace más de 30 años, y que se basa en la realización de obras benéficas alrededor del mundo, entre otras actividades.

Ivián Sarcos tiene una licenciatura en Recursos Humanos y contó con una fuerte preparación previa en materia de responsabilidad social y se involucró completamente con el trabajo comunitario con un gran compromiso y sensibilidad, lo cual contribuyó enormemente a que obtuviera la corona que hoy ostenta.

Es por ello que buscamos que las misses logren asumir su rol como figuras públicas y su influencia positiva dentro de la dinámica social en la que se desarrollan, haciendo de su formación integral nuestro compromiso, siempre apoyados en talleres que realizamos con otras fundaciones e instituciones venezolanas.

En 2009 comenzamos por formar a las candidatas en conceptos básicos de responsabilidad social e integrar a las misses reinantes en actividades de la Fundación Cisneros. Por primera vez en el show del Miss Venezuela se incluyó un video mostrando las actividades de responsabilidad social de las misses, con lo cual el certamen mostraba la cara humana que siempre ha buscado estar en sintonía con el país, la imagen de una mujer bella, ganadora, que también tenía sensibilidad social.

Esta primera participación de las misses en actividades de responsabilidad social dio paso a la articulación de un programa de voluntariado estructurado en el que participaban las misses como parte de sus planes de formación y preparación durante sus reinados. Pero también se decidió apoyar a mujeres en situaciones de vulnerabilidad, con el desarrollo en 2010 de un programa de formación para mujeres emprendedoras, en alianza con el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), en el que las misses también participaban en actividades de clase y motivación.

Además, me da mucho gusto escuchar de casos como el de Jessica Barboza, Miss Venezuela Internacional 2010, quien recientemente asistió como ponente invitada al taller “Violencia en el Noviazgo”, organizado por la Oficina de la Defensoría de la Mujer de la Alcaldía de Baruta, en Venezuela, para apoyar la defensa de los derechos de la mujer.

Para nosotros, ese es el mayor valor de Miss Venezuela… no sólo es el programa más grande que tenemos dentro de Venevisión como parte de la Organización Cisneros, sino que se convierte en una producción seria que genera expectativas entre el público, desde el show en sí mismo como el mensaje que queremos transmitir a través de las misses.

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